Hubo una época en la que creía que el ruido y el caos era sinónimo de vida. Que mientras más visibles fueran mis ideas, más reales se volvían. Por allá por el 2018, Internet me dio una voz cuando todavía no entendía lo que significaba tener una, pero con el tiempo, esa voz empezó a perderse entre los ecos, las métricas y las máscaras que uno aprende a usar sin darse cuenta.

Punked fue el resultado de esa primera etapa: una mezcla de ironía, juventud y rebeldía digital; fue mi forma de burlarme del artificio, de abrazar el caos de un internet que todavía se sentía libre, torpe y honesto.  Pero todo fuego deja cenizas. Lo que en su momento fue una forma de expresión terminó convirtiéndose en un peso. Sentí que seguía interpretando un papel que ya no me pertenecía.

Durante mucho tiempo intenté reconciliarme con esa versión de mí, volví a ver viejos proyectos, revisité publicaciones, busqué sentido en los fragmentos de un yo que ya no existe.

Pero no hay resurrección en lo que fue concebido como performance.

Lo entendí tarde, pero lo entendí: hay etapas que no se cierran con nostalgia, sino con silencio… Y ese silencio es lo que da origen a COUNTERFAITH.

No es un personaje.

Es una síntesis.

Una forma de seguir creando sin la carga del “yo” anterior. Una especie de pseudonimo que no busca ocultar, sino reinterpretar. Es un recordatorio de que la obra puede hablar por sí sola, que la identidad puede diluirse sin desaparecer.

En esta nueva etapa ya no me interesa la exposición constante, ni la búsqueda de aprobación disfrazada de autenticidad. De hecho, el color verde simboliza eso: la comodidad sobre la estética, la calma sobre el ruido. Es un retorno a lo básico, a la creación por el simple acto de existir. No necesito demostrar que sigo aquí; basta con seguir creando.

El internet que me formó ya no está: Las comunidades desaparecieron, los espacios se llenaron de algoritmos, y la espontaneidad fue reemplazada por planificación, y honestamente no hay culpa en reconocerlo: ese viejo mundo digital murió. Pero en lugar de lamentarlo, prefiero dejarlo descansar, porque tal vez lo que viene después no necesita reconstruir lo anterior, sino reinterpretarlo desde otra mirada, más consciente, más adulta.

COUNTERFAITH nace desde esa idea. No como un proyecto de revival, sino como una práctica de desapego. Escribir, crear, opinar, pero sin la obsesión de permanecer. Tal vez ese sea el verdadero acto de fe en este tiempo: creer que algo tiene valor incluso si no se viraliza.

He dejado atrás a Punked, no con rabia ni vergüenza, sino con gratitud. Fue el ruido necesario para entender el valor del silencio. Y hoy, desde esa calma, un yo más adulto, respira, observa y continúa.

Porque al final, no se trata de esconderse o abandonar...

Se trata de sobrevivir a uno mismo y seguir hablando, aunque el mundo ya no escuche igual.

- CRXSS (Oktubre, 2025)